“ESTA VEZ SE QUEDA USTED EN CASA, NO NOSOTROS”: MACRON ENVÍA MENSAJE A QUIENES NO DESEAN VACUNARSE EN FRANCIA
FRANCIA.- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció fuertes medidas para combatir una nueva ola de contagios de COVID-19 y permitir una reapertura segura. Aquellas personas que se nieguen a vacunarse no podrán acudir a lugares públicos. “Esta vez se queda usted en casa, no nosotros”, ha dicho el mandatario durante un mensaje.
Entre otras medidas, el gobierno francés obligará a los trabajadores sanitarios a vacunarse. Esto debido a que los niveles de vacunación entre este sector son preocupantemente bajos: solo el 45% del personal que labora en residencias para adultos mayores estaba completamente vacunado.
Esa cifra sube a un 64% entre el personal que labora en hospitales. El sector más participativo en la vacunación es el compuesto por los sanitarios independientes; de estos, el 81% se ha inoculado ya.
Los trabajadores sanitarios tendrán hasta el 15 de septiembre para estar completamente vacunados. De lo contrario, podrán enfrentar consecuencias laborales al poner en riesgo a los pacientes con los que trabajan.
Durante el mensaje que Macron dirigió a los franceses anunció que el pasaporte sanitario se volverá indispensable para varias actividades públicas. El documento, que actualmente se exige en grandes aglomeraciones, como son los estadios, ganará protagonismo.
Para agosto este pasaporte sanitario se exigirá en cafés, restaurantes, trenes, bares, autobuses y aviones.
“En función de la evolución de la situación deberemos sin duda plantear la cuestión de la vacunación obligatoria para todos, pero apuesto por la confianza y llamo solemnemente a todos los ciudadanos a que se vacunen cuanto antes”, declaró.
En cuanto a los franceses que se oponen a vacunarse, el mensaje ha sido contundente. La posición del gobierno es que tienen derecho a no inocularse, pero no a poner en riesgo a los demás:
“Estoy a favor de la línea francesa ahora mismo. Ya no tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la adolescencia de mis hijas, así como su derecho a estudiar adecuadamente por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se queda usted en casa, no nosotros”.
Estos anuncios, ocurridos el 12 de julio, tuvieron repercusiones inmediatas. Por un lado se multiplicaron las solicitudes de vacunación entre los franceses. Por el otro, en algunas ciudades hubo protestas y actos vandálicos por parte de grupos que rechazan la vacunación.
Muchos manifestantes portaron estrellas amarillas como las que usaron los judíos bajo el régimen nazi. Al respecto Gabriel Attal, portavoz del gobierno francés, calificó como “abyectas” las comparaciones de los manifestantes donde equiparan el Holocausto con la vacunación.
Por desgracia, el repunte en los casos de COVID-19 le ha dado la razón al gobierno francés sobre la urgencia de vacunar a la mayor cantidades de personas posibles. De fracasar, estaría en riesgo la reapertura, la recuperación económica y la salud de miles de franceses.
Según el gobierno, la incidencia del virus en Francia aumentó un 125% en la última semana. Solamente el domingo 18 de julio se registraron más de 12 mil nuevos contagios. Estos se deben, principalmente, a la presencia de la variante delta en el país europeo.
Con información de EFE
