LOS DEFENSORES CONTRA FRANCIA

LOS DEFENSORES CONTRA FRANCIA

Coscomatepec, Ver.- Nombres como Honorato Domínguez y Félix Díaz suenan desconocidos para la gente; son esos guerrilleros quienes acosaron a las fuerzas francesas durante la invasión a México, pero que no figuran en la historia colectiva.

El 30 de abril de 1863 ocurrió la Batalla de Camarón, pero antes, durante y después de ese acontecimiento histórico, lucharon contra los franceses personajes como el cordobés Francisco Talavera, los tenientes Francisco y Manuel Marrero, Juana Marrero. Sangre huatusqueña se derramó para combatir a bravos legionarios franceses invasores.

Juana Marrero, inclusive es más conocida entre los franceses, especialmente quienes integran la Legión Extranjera, que por los huatusqueños. “Mama Juana” es quien cuidó del subteniente Clement Maudet, uno de los pocos sobrevivientes a la batalla de Camarón, episodio que quedó marcado, más que por un vencedor o vencido, por el gesto de humanidad y respeto que se impusieron.

Franceses y mexicanos honraron a sus caídos, recordando que aun en la guerra, no se debe perder la humanidad y respeto entre adversarios.

ESTALLA LA GUERRA CONTRA FRANCIA

Mucho antes de la Batalla de Puebla, que se celebra a nivel nacional, ya habían llegado los franceses a México, buscando negociar la deuda con ese país, negociaciones que no fructificaron. Violando los acuerdos, los franceses avanzaron hacia la Ciudad de México. El gobierno francés instaló tropas en Potrero, Soledad de Doblado, Camarón y Paso Ancho. El 19 de abril de 1862, la guerra inició en Fortín, resguardado por fuerzas nacionales lideradas por Félix Díaz.

Al poco tiempo de haber llegado a Fortín, arribó un pelotón francés. Félix Díaz advirtió que Fortín sería defendida, sin que eso atemorizara a los invasores. A su vez, Honorato Domínguez, originario de Coscomatepec, reunió una fuerza de 400 hombres de Chocamán, Tetla, Tomatlán, Ixhuatlán del Café, Huatusco, Totutla y Tozongo que se dedicaron a acosar a los franceses.

María de Lourdes López Luna, en su obra “Historia y Corazón de Chocamán”, describe que Huatusco demostró sus convicciones desde mucho antes de la batalla de Camarón, pues sus pobladores suministraban hombres, víveres y forraje, además que constituían una red de información que hacía fracasar los reconocimientos franceses.

La defensa de Fortín no resistió y Félix Díaz huyó a Coscomatepec. En el avance de los franceses Leonardo Márquez, partidario de las fuerzas invasoras, estuvo en Chocamán en 1863, lugar que fue incendiado por los soldados imperialistas.

Las guerrillas surgieron casi de inmediato al tenerse noticias de invasores franceses y se mantuvieron fuertes en el corredor de Chocamán, Coscomatepec, Huatusco y Cotaxtla, haciéndose cargo de la resistencia el general Honorato Domínguez, que ya antes había participado en la defensa de Veracruz durante la intervención norteamericana.

LA OLVIDADA BATALLA DE TLIAPA

La Batalla de Puebla, de Camarón, constituyen fechas importantes para los mexicanos y los franceses. La Batalla de Tliapa, acontecida el 17 de noviembre de 1866, aunque es efeméride nacional, nadie la festeja.

Ese día, un cuerpo de 100 franceses avanzaba hacia Coscomatepec, que buscaban tomar los invasores, pero les cerraron el paso tropas de Chocamán y Tomatlán en la barranca que se encuentra entre esas dos localidades.

Fue en ese lugar donde se produjo un fuerte enfrentamiento, contra una columna del ejercito austromexicano. En ese combate participaron de manera directa Honorato Domínguez y Marco Heredia.

Para el 18 de noviembre, los franceses optaron por regresar a Orizaba, después de ser obligados a retirarse por piquetes de caballería e infantería que los alcanzaron en la barranca de Tliapa, donde los enemigos lanzaron un nutrido fuego que no alcanzó a los defensores mexicanos.

Los franceses se adueñaron de Coscomatepec el 18 de noviembre, aunque las guerrillas continuaron luchando y para julio, el coronel Quezada salió de Coscomatepec a Fortín, de donde hicieron huir a 300 hombres que resguardaban el lugar.

La ocupación francesa se extendería a lo largo de 5 años, tiempo en que las guerrillas siguieron luchando para expulsar a los invasores, integrados en las “Guardias Nacionales de Chocamán” y muchos otros agrupamientos que no descansaron hasta ver liberada la nación.

Al finalizar la guerra, Maximiliano de Habsburgo fue fusilado y Benito Juárez retornó a la presidencia. En honor a sus caídos, se erigieron el monumento que se encuentra en Camarón, el obelisco de Coscomatepec, el monumento a los caídos de Huatusco. Ahora solo falta que sus descendientes; huatusqueños, coscomatepecanos, chocamecos y muchos más, los honren.

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Redacción

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