QUERIDOS REYES MAGOS

Siempre es un placer escribirles año con año, deseando que se encuentren bien y pidiéndoles los juguetes que me han llamado la atención. Pero en esta ocasión les dejaré dos cartas, la de los juguetes y ésta, la de cosas simples que deseo palpar en las personas.

Como lo habrán notado hay mucha intolerancia entre los que habitamos el planeta, se hacen juicios, se discrimina y en el peor de los casos se juzga.

Escucho con detenimiento las voces de los adultos, en pocos salen de sus bocas palabras de aliento para el desfavorecido, palabras de armonía para el desconocido, palabras amables para los decaídos.

Ojalá, con la magia de ustedes, puedan otorgar bolsitas de palabras lindas a todas las personas para que éstas las utilicen todo el año, toda la vida. Les pido, por mucho, el vencimiento de todo tipo de violencia.

Sé lo difícil y complejo que pudiese ser, sin embargo, existen muchas maneras de intentarlo y esto se logra con la voluntad colaborativa de la gente buena. Pido que a la gente buena les doten de los frutos de la voluntad, del apoyo mutuo, de la acción pequeña que agiganta momentos, con el ánimo que contagia el servir y desde ahí crear sentidos de unidad como habitantes del planeta.

Los grandes males de este mundo los podemos solucionar si en cada persona existe la buena voluntad.

No puedo dejar a un lado el motor que nos mueve, como lo es la salud, ayúdennos a que podamos conservarla cuidando de nosotros mismos, de nuestras familias, amigos, vecinos, compañeros de actividades. Así como la sabiduría, acción y conocimiento cuando alguien padezca alguna enfermedad. La soledad no siempre es buena acompañante en la enfermedad.

Bríndennos bebidas de sabiduría, con agua de manantial que brota en la pureza para que cada persona sea consciente en sus decisiones. Dótennos de lo que nos dé sabiduría: libros, historias, arte, música, poesía; todo lo necesario para vivir con ella. Todos los días aprendemos y también, todos los días enseñamos.

Como verán, estimados Reyes Magos, son cosas simples que anhelo sentir a medida que crezco. La ilusión me permite creer que lo que les pido es posible.

Ustedes, queridos Reyes Magos, se encuentran leyendo estas líneas donde lo único que les pido es el sentido humano de la sana convivencia. ¿Ustedes creen que es posible?

Con cariño:

Niñez

Autor: Ismael Illescas Ramírez