LAS COSAS QUE NO ENTIENDO
INTERCAMBIO DE IDEAS se tuvo en días recientes con la alcaldesa de Totutla, Nora Acosta Gamboa, derivado del tema del presunto daño patrimonial por más de 21 millones que le detectó, no este medio, sino el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), respecto a múltiples irregularidades en su cuenta Pública 2024, por supuesto que quiso hacer aclaraciones, que en su momento deberá presentar ante las autoridades correspondientes, no con palabras, sino con documentos como marca la ley. La presidenta municipal incluso se dio una auto cátedra de gestión y administración pública, pues recomendó al reportero leer la letra pequeña de los expedientes, lo que obviamente no hizo con el proyecto de la Casa de las Aves o se habría dado cuenta que estaba incompleto (las observaciones no son por mero capricho, sino porque no se cumplió con la normativa). En rueda de prensa incluso dijo que eso ya se solventó, solo que no se refleja todavía, reconociendo, según sus propias palabras, que “se le resbaló” y no presentó los documentos completos, total, que tanto es tantito. Pero en algo tuvo razón la señora alcaldesa, un servidor seguirá en donde está, que es informando y dando a conocer lo que ocurre en la vida diaria en la zona de las Altas Montañas y el estado, mientras que ella, en diciembre, ya no será presidenta municipal, ni mandará en el municipio. Durante varios años, como medio de comunicación hemos visto llegar a alcaldes y hasta gobernadores, y aquí mismo, desde Las Cosas Que No Entiendo, les hemos dicho adiós, porque el poder, ese sí se acaba y si no me cree, amable lector, puede ver qué en su última ceremonia del Grito de Independencia, a la alcaldesa de Totutla, la gente la dejó sola. Existen casos de alcaldes que, estando en el poder, desde camionetas último modelo no volteaban a saludar a nadie, creyéndose paridos por los dioses y curiosamente, esos mismos apenas meses después andaban pidiendo prestado para su pasaje para viajar a Xalapa, entregar sus documentos y solventar irregularidades o en su caso, terminaron tras las rejas. El ex alcalde de Yanga, Polo Crivelli, por ejemplo, en los últimos días de su gestión llegó a Ixhuatlán del Café a un informe de gobierno queriendo mandar y ordenar, siendo ignorado por los presentes. Podríamos seguir con muchas historias más, incluso de Héctor Yunes Landa, que sintiéndose ya gobernador (una de las muchas veces que se candidateó), llegó al Café Principal de Huatusco, usó las instalaciones para dar una conferencia de prensa y no pagó ni el vaso de agua que le sirvieron, pues ya se creía gobernador y hoy, es solo diputado local relegado de una minoría, encargado de asuntos sin importancia. Pero en resumen, aquí vamos a seguir.
RELEGADO quedó el alcalde de Amatlán de los Reyes, Luis Arturo Figueroa Vargas, en el evento de entrega de Apoyos a la Palabra y a la Familia, presidido por la gobernadora en Huatusco, pues no tuvo acceso al área de alcaldes, diputados y secretarios de gobierno que se dieron cita en la explanada Emiliano Zapata y tuvo que contentarse con estar parado atrás de la mampara y pantallas colocadas para dicho evento y es que, muerto el rey, ¡viva el rey!.
DE FUNCIONARIA A EMPRESARIA pasó la regidora primera de Ixhuatlán del Café, María Magdalena Romero Díaz, pues con un sueldo libre de 12 mil pesos quincenales, logró abrir una papelería en el centro del municipio y otra en Ocotitlán (aunque se rumora que aun les debe la mercancía a sus proveedores), además que levantó desde cero una muy humilde vivienda que haría ruborizarse a los japoneses que presumen poder hacer construcciones en tiempo récord. Eso sin contar que, según comentan sus mismos “vecinos de finca” adquirió varios terrenos en Ocotitlán y Guzmantla y vaya, con ese modesto salario que cualquier persona desearía, se dice que también le habría alcanzado para comprarle una camioneta y hasta motocicleta a su actual pareja, lo que demuestra que sí se preocupó por reducir el índice de pobreza en Ixhuatlán del Café, cuando menos el de su familia y parejas. Y como decía aquel famoso conductor de televisión, al parecer “aun hay más”, pero por el momento, es todo. Hasta la próxima.
