LAS COSAS QUE NO ENTIENDO

LAS COSAS QUE NO ENTIENDO

EL DIVORCIO les llegó finalmente a las regidoras de Ixhuatlán del Café, María Magdalena Romero Díaz y Lorena Reynoso Ramos, que después de mantener una alianza común contra la presidenta municipal, ya no estuvieron de acuerdo en varios puntos y no precisamente que tienen que ver con el crecimiento y desarrollo del municipio, sino con el bienestar propio, basta decir que la regidora primera no solo embelleció sus fincas de café, sino que también su vivienda refleja la bonanza y el progreso, aunque no para los ixhuatecos, sino su bolsillo, ya ni que decir de unos vehículos que pudo adquirir durante su paso por la administración pública, aventura que por cierto está por concluir. Quizás son los intereses que ya no son los mismos o las deudas las que dividieron a la dupla y es que, se comenta que, a la oficina de la regidora primera, siguen llegando solicitudes de pago, que, al más puro estilo de cliente de Coppel, evade desapareciendo de su oficina. Fuentes confiables han revelado el destino y uso que se dio a esos recursos que los acreedores, aun tienen la esperanza de poder recuperar.

PENDIENTES son los que deja Nora Acosta Gamboa en Totutla, que después de sus mesiánicos mensajes de campaña y luego de gobierno, en los hechos no hizo nada por Totutla. Tan es así, que al alcalde electo desde ahora le pide la ciudadanía que por favor resuelva el tema del agua potable, de la vialidad, de la seguridad, mejore los caminos, amplíe las electrificaciones y una larga lista que suena a carta de Reyes Magos, lo que deja en evidencia que, en más de tres años, Totutla no solo no creció, sino que se estancó. Tal fue el grado de descontento que hasta en las inauguraciones de obra no faltó quien la encaró reclamándole por sus promesas incumplidas. Al final, Acosta Gamboa terminó echándole la culpa a sus colaboradores, muchos de los cuales, por cierto, finalmente la exhibieron en redes sociales cuando intentó obligarlos a hacer campaña a favor de su hija y es que, hay que recordar que la aun alcaldesa, intentó imponer sin éxito primero a su hija como candidata a la presidencia municipal. Al no salir los planes como los tenía pensados, optó por “ungir” a uno de sus empleados, pero al final ninguna de sus jugadas le funcionó y le hicieron Jaque Mate. A su candidato, Alfredo López, que solo fue un empleado más y que ya se soñaba sentado en la silla presidencial ordenando y disfrutando de los placeres del poder, simplemente lo tumbaron de la nube en la que andaba. Uno de los muchos errores cometidos por Alfredo es que, se comenta, se creyó caballo ganador y se negó a sumar a muchos grupos y personas que podrían haberle ayudado a obtener el triunfo, pero al final, no dio el ancho.

EL ENAMORADIZO director del Instituto Tecnológico Superior de Huatusco, Víctor Manuel Arcos Feria, sigue en el ojo del huracán, después que la Auditoria Superior de la Federación le detectó irregularidades por más de 3 millones 800 mil pesos, siendo ese uno de los muchos motivos que obligó a Claudia Tello, secretaria de Educación del estado, a visitar la institución, donde le dio tremendo jalón de orejas al directivo, siendo el Tecnológico de Huatusco la punta de lanza para ordenar que en todo el estado, se devolviera el dinero de las cuotas escolares a los estudiantes, pues fue aquí, donde se descubrió que los recursos se estaban utilizando con fines no muy transparentes ¿o en las novias del director?. Con un 6 de calificación en materia de control interno y con una nómina repleta de trabajadores que no cubren el perfil para el puesto que ocupan, no es de extrañar que suenen fuerte los rumores de que a Víctor Manuel Arcos Feria ya se le ordenó comprarse una cajita, empezar a guardar sus cosas y desocupar su oficina, lo que no significa que los tres procesos administrativos abiertos en su contra serán olvidados, sino que se enviará a alguien que devuelva al Instituto Tecnológico Superior de Huatusco el nivel y prestigio académico que con Arcos Feria, ha pasado a segundo plano. ¡Que cosas!. Por el momento es todo, hasta la próxima.

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Miguel Olvera