LAS COSAS QUE NO ENTIENDO
ALCALDES nuevos entraron en funciones este fin de semana en medio de mucha controversia, que si los comités de recepción estaban en pañales y hasta querían que les dijeran que impresora se atoraba o no y no estudiaron los formatos que debían llenar y en lugar de cotejar documentación importante, querían casi casi que les enseñaran a encender las computadoras, hasta aquellos que aferrados al hueso, se niegan a aceptar que su época ya acabo, como es el caso de Toño Rincón en Zentla, que se parapetó en la Tesorería, aunque al parecer, este mismo lunes, saldría por fin de su escondite y se irá del edificio donde mal gobernó durante cuatro años. Otros como el ex presidente de Coscomatepec, Serafín González Saavedra, nunca asimilaron que las críticas no eran personales, sino que se transmitía solo lo que sus mismos gobernados pensaban, tan mal terminó su administración que ni siquiera los integrantes de su cabildo se presentaron al momento del cambio de estafeta, por cierto que ya se fue y no inauguró la obra del cableado subterráneo en el centro histórico y principales vialidades, aunque nunca se repararon las mufas, de donde además de luz ¡sale agua!
En Chocamán por ejemplo, Norma Rojas Trejo se negaba a pagar la última quincena a sus empleados y no fue sino hasta la madrugada ya del 1 de enero del 2022, que se dignó abandonar la oficina del Palacio Municipal y entregarle a sus trabajadores el dinero que por ley les correspondía. Algunos de sus incondicionales que hasta el acceso impedían al palacio municipal y defendían a su jefecita con su vida, ahora buscaban desesperadamente hablar con la prensa para externar su malestar, pues fue su bolsillo el que estaba vacío claro, no el de los chocamecos. Esos mismos pomposos empleados y secretarias hoy ya no son nadie, lo que demuestra el pobre desempeño que tuvieron al frente de un cargo público, así fuera el último eslabón.
Por supuesto no hay que olvidar a Lety López, quien todavía en sus últimos minutos quería regañar al personal sindicalizado del Ayuntamiento que ya no obedecía en esos momentos sus órdenes, sino las del médico y actual alcalde, Juan Martínez, que ya se encuentra trabajando a todo lo que da para que Córdoba renazca y por supuesto, haciendo las revisiones de lo que dejó la anterior administración para proceder conforme a derecho.
En Tomatlán Nicolás Prado Morales no solo quitó todos los adornos navideños y hasta el pino se llevó, convirtiéndose en un Grinch navideño, sino que dejó hasta sin servicio de agua potable al Palacio Municipal, siendo el presidente municipal en funciones, Antonio Flores Cancino, quien se aplicó para ponerle solución a este y muchos otros problemas.
Tlacotepec de Mejía merecería toda una telenovela aparte, pero basta recordar que Ansberto Espinosa Murillo patrocinó a su pariente, Francisco Murillo, quien se lanzó por el partido Podemos (ya extinto por cierto) y logró un parcial triunfo, pero ya cuando estaba listo para el festejo, justo antes de subir al escenario para rendir protesta, un balde de agua helada le cayó encima, al enterarse que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló la elección porque rebasó el tope de gastos de campaña y como no hacerlo, si tan solo en su cierre de campaña gastó más de 200 mil pesos, cuando el tope para toda la campaña era menor de 30 mil pesos. Ansberto o “Tito” para los cuates, soñaba con poder seguir mandando en este municipio y manejar como un títere a “Pancho”, de ahí que no se preparó para la entrega-recepción y ahora no sabe que hacer, pues le nombraron un Concejo Municipal, al que no quiere rendirle cuentas.
Muchas interesantes historias políticas están por escribirse, pues esto apenas es el prólogo de una administración de cuatro años, donde muchos arrancan con el pie derecho y otros “bien brujas”, al grado que si los invitan a comer dicen que aceptan con gusto, pero eso sí, no piensan cooperar ¡vámonos!, Por ahora es todo, hasta la próxima y ¡Feliz año 2022!.