NIEGA IGLESIA QUE FORME A SACERDOTES PARA DIALOGAR CON CRIMINALES

MÉXICO.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aclaró que su reciente Taller de Construcción de Paz no tiene como fin establecer diálogo ni negociación con grupos del crimen organizado.
“Este taller NO está dirigido al diálogo con grupos delictivos”, precisó la iglesia en un comunicado, tras la controversia generada por interpretaciones mediáticas que sugerían ese acercamiento.
El Episcopado enfatizó que el objetivo del taller, realizado en la Universidad Pontificia de México, es “compartir herramientas y metodologías para sanar el tejido social, prevenir la violencia y promover la justicia desde lo local”, sin sustituir las responsabilidades que competen al Estado.
“Reafirmamos que el camino hacia la paz se recorre en diálogo con todos los sectores de la sociedad: comunidades, universidades, organizaciones civiles, empresarios y gobiernos”, señalaron desde la CEM.
La iglesia explicó que el taller forma parte del Diálogo Nacional por la Paz, una iniciativa que busca fortalecer capacidades comunitarias para enfrentar la violencia, sin negociar con grupos criminales.
“La apuesta no es buscar el diálogo con los grupos delictivos para construir la paz del país, sino socializar metodologías que funcionan con todos los sectores para construir caminos de paz”, precisó en el comunicado.
El Episcopado insistió en aclarar que los acuerdos con estructuras delictivas son, en su experiencia, “frágiles a corto, mediano y largo plazo”, y por ello descartaron esa vía como opción viable.
La controversia surgió tras la realización del “Taller para el Fortalecimiento de Capacidades de Negociación en Sacerdotes y Agentes de Fe” llevado a cabo los días 14 y 15 de julio.
En el evento participaron organizaciones como el Institute for Integrated Transitions (IFIT), el Centro Lindavista y el Instituto para la Paz.
El taller se enfocó en capacitar a actores comunitarios, incluidos sacerdotes y agentes de fe, en herramientas para la transformación de conflictos y la promoción de paz local.
En su aclaración, la iglesia subrayó que el taller no implica contacto o acercamiento con estructuras criminales.
Se trata de un taller sobre cómo construir la paz desde abajo, con enfoques incluyentes y sensibles al contexto, y sin sustituir las responsabilidades que competen al Estado.
Agregaron que en este esfuerzo participan “personas defensoras de derechos humanos, autoridades comunitarias, organizaciones sociales, académicos, representantes de iglesias y miembros de distintas instituciones“.
Su objetivo es compartir experiencias y métodos para prevenir la violencia y fortalecer el tejido social desde lo local.
El Episcopado recordó que México es considerado el país más peligroso de América Latina para ejercer el sacerdocio; según datos del Centro Católico Multimedia, entre 1990 y 2024 fueron asesinados 80 sacerdotes en el país.
En el último sexenio, se documentaron catorce agresiones a presbíteros y obispos, un promedio semanal de veintiséis templos atacados y casi novecientas amenazas y extorsiones dirigidas a miembros de la iglesia.
En este contexto, sacerdotes en zonas controladas por grupos criminales han jugado un papel clave en la protección de sus comunidades.
La CEM reconoció que “los sacerdotes de territorios marcados por la ausencia estatal y la presencia de actores criminales han desempeñado un papel clave en la protección de comunidades, así como en la resolución de conflictos y la mediación en contextos de violencia”.
Por ello, el taller se enfocó en ofrecerles herramientas para actuar en escenarios de violencia, sin negociar con los responsables.
“La misma realidad del país nos ha llevado a emprender una cruzada nacional para capacitar a diversos actores sociales en mecanismos para la transformación de conflictos”, explicó la CEM.