LAS COSAS QUE NO ENTIENDO

LAS COSAS QUE NO ENTIENDO

A LAS OLIMPIADAS como representativo de México deberían ser enviadas las diputadas, Córdoba Lulú Juárez, representante del distrito de Córdoba y Angélica Peña, legisladora federal de Huatusco, quienes han demostrado sus altas cualidades para competir en carreras de alto rendimiento, pero también por sus capacidades como escapistas.

En el caso de Lulú Juárez, identificada como pupila de Zenyazen Escobar, secretario de Educación, es conocida por colgarse de obras y gestiones ajenas, incluidas las acciones emprendidas por atletas paraolímpicos como Omar Osorio, sin contar que ha donado a las escuelas gel del más barato que encontró, obsequio que todavía, en su momento, se dio el lujo de presumir con bombo y platillo a través de las redes sociales.

Esta legisladora estuvo presente en el primer informe de Dora Angélica Galicia Contreras, alcaldesa de Ixhuatlán del Café, pero como ya es su costumbre, solo llegó a la foto para subirla a sus redes sociales y apenas inició el informe, salió corriendo del lugar.

Otra atleta de primer nivel es la diputada federal Angélica Peña, quien asistió al informe de la presidenta del DIF Municipal de Huatusco, Norma Ramírez Muñoz, pero apenas se tomó la foto del recuerdo, emprendió una carrera de obstáculos para no tener que hablar con los medios, quizás apenada por el mega bono de fin de año que se autorizó, como recompensa por tanta gestión realizada en el Distrito XIII. Cada legislador federal percibirá 140 mil 504 pesos de aguinaldo, lo que sumado a su “dieta” mensual de 97 mil 467 pesos, suman un total de 238 mil.

Para retener a Angelica Peña, la próxima vez quizás haya que organizar una fiestecita, en esas en las que le gusta participar en honor al dios Baco y que no abandona, aunque haya sesión en el Congreso, total que para eso se hicieron los enlaces vía Zoom y otras plataformas.

LOS AUSENTES de los informes fueron los síndicos de los municipios de Calcahualco e Ixhuatlán del Café, que por puro berrinche, decidieron no asistir a la sesión solemne de cabildo de sus respectivos municipios.

Destaca el caso del síndico ixhuateco, José Ignacio Luna Ochoa, defensor de las causas difíciles y noble gestor de su pueblo, quien inició una tormenta en un vaso de agua en contra de la presidenta municipal y no, no piense usted que fue porque quería lana para el frío, impensable que fuera por intereses económicos que se puso contra la alcaldesa. El funcionario incluso arrastró en un primer momento a las regidoras a su cruzada, pero finalmente, este lunes, ambas representantes comunales sí acudieron a un compromiso que tenían con la ciudadanía, al participar en la sesión de cabildo. Luna Ochoa también es recordado como agente municipal de la comunidad de Naranjos, nombramiento que solo usaba (al igual que ahora como síndico) para dar el clásico “charolazo”. El entonces representante comunal, desapareció en el 2019, pues se fue a hacer campaña con el Morena. Durante ese tiempo, la gente de la comunidad tuvo que arreglárselas para hacer gestiones, pues tenían a un agente municipal solo de adorno. Al final, Luna Ochoa exigió que se le pagara un año de salario y una vez con su chequezote, renunció, pues como premio por echarle porras al Morena, le dieron una plaza de maestro. Del dinero que recibió y peleó, ni un refresco le invitó a su suplente. Que cosas ¿no?.

A unos días de finalizar el 2022 inicia el recuento del primer año de gestiones de los alcaldes de la zona. En el caso de Totutla el caos es tal, que hasta los muertos salen del panteón queriendo escapar del gobierno que les tocó. Por ahora es todo, hasta la próxima.

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Miguel Olvera